Desde SEPMA denunciamos la situación de vulnerabilidad que sufren quienes sostienen servicios públicos sin reconocimiento ni estabilidad.
En muchos organismos públicos, como el Museo Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (MUCAC-Málaga), dependiente del Ayuntamiento de Málaga, existe una realidad silenciada: la de las personas trabajadoras subrogadas que, a pesar de desempeñar funciones esenciales, continúan en situación de extrema precariedad.
Se trata de personal externo contratado por empresas privadas que obtienen licitaciones públicas presentando las ofertas más económicas. Esta lógica de adjudicación, basada únicamente en el criterio del menor coste, tiene efectos directos sobre la calidad del empleo: recortes continuos, salarios bajos, condiciones inestables y una preocupante desprotección.
Empleo invisible y sin derechos garantizados
Aunque forman parte indispensable del funcionamiento diario de la institución, no son empleadas ni empleados públicos, sino personal de empresas adjudicatarias que, en su afán por maximizar beneficios, recortan recursos y derechos donde pueden. En ocasiones no se respeta el convenio colectivo en aspectos tan básicos como la dotación de uniformes (que no se renuevan durante años) o el suministro de herramientas esenciales: ordenadores, material de oficina o incluso mobiliario.
La organización del trabajo tampoco escapa a esta precariedad. Se han dado casos de errores en los cuadrantes laborales que han llevado a personas a trabajar más días de los estipulados. Al señalar estas irregularidades, las respuestas empresariales han sido evasivas o incluso intimidatorias, dificultando las reclamaciones legítimas del personal afectado.
Todo esto no es un hecho aislado, sino parte de un abuso sistemático, amparado en la falta de vigilancia de las condiciones laborales por parte de la administración pública, que como entidad contratante, debería garantizar el respeto a los derechos de todas las personas trabajadoras.
El papel del sindicato: visibilizar y defender
Frente a esta realidad, el papel de los sindicatos se vuelve más necesario que nunca. Desde SEPMA denunciamos esta situación, acompañamos a quienes la sufren y exigimos tanto a las empresas adjudicatarias como a las administraciones públicas que asuman su responsabilidad.
Organizaciones como la nuestra están siendo clave para que las personas trabajadoras puedan reivindicar sus derechos, denunciar los incumplimientos y visibilizar una realidad laboral que permanece oculta ante la ciudadanía.
Con el apoyo colectivo, seguiremos luchando para frenar prácticas injustas, garantizar estabilidad en el empleo y lograr condiciones laborales dignas para quienes sostienen nuestros servicios públicos.

